Tomando como pretexto el sinúmero de festividades existentes en nuestro país, la escritora y directora Claudia Llosa, orquesta una historia de pasiones y pobreza, en torno a una premisa clara: cuando Jesucristo muere crucificado Dios está muerto, y en este tiempo santo, no hay pecado... y ya que no hay pecado, dicho tiempo es propicio para la celebración, el incesto, la infidelidad y hasta el homicidio.

Gusté de la fotografía de detalle, los silencios, los contraluces, y por supuesto el ver a un cómico como Cholo cirilo en un rol dramático muy bien logrado...